¡Terror en pleno velorio en Culiacán!
Civiles armados irrumpen una funeraria durante un velorio para intentar secuestrar a un hombre. Al resistirse, lo golpean brutalmente con la cacha de una pistola, dejándolo herido y provocando el caos. Se escucharon disparos que aterrorizaron a los asistentes. El hombre herido fue trasladado de urgencia por la Cruz Roja, mientras que los responsables huyeron sin dejar rastro. ¡Ni siquiera en un funeral se está a salvo en Sinaloa!
Violencia que no se detiene
La noche del intento de secuestro dejó a todos con un miedo palpable. La agresión ocurrió en la colonia Jorge Almada, un área que, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, sigue siendo un campo de batalla para los delincuentes. Los disparos, que resonaron en las calles, son un triste recordatorio de que en Sinaloa ni siquiera los momentos más íntimos están a salvo de la violencia descontrolada que asola el estado.
Impunidad y miedo
Aunque las autoridades llegaron al lugar, como es habitual en estos casos, los responsables lograron escapar sin ser detenidos. Las armas que dispararon durante el ataque dejaron casquillos que ahora son parte de la investigación, pero la sensación de impotencia ante la ola de violencia que arrastra a Culiacán parece ser una constante. Las calles de la ciudad han sido testigos de innumerables crímenes, y este es solo uno más en la larga lista de atrocidades que ocurren sin que se haga justicia.
La escalada de ataques en Sinaloa
Este incidente no es un hecho aislado. Sinaloa ha sido el epicentro de una serie de ataques recientes que demuestran la fuerza con la que operan las organizaciones delictivas. Apenas horas después de este intento de secuestro, otra vivienda fue atacada a balazos, lo que muestra cómo la violencia sigue avanzando sin freno. La casa, ubicada en la colonia Versalles, fue dañada por disparos que impactaron ventanas y portones. Como una señal inquietante, se encontró una corona de flores en el lugar, un símbolo de advertencia o venganza que eleva el nivel de terror en la comunidad.
Los habitantes de Culiacán están cansados de vivir bajo la sombra de la violencia. No hay seguridad, no hay justicia, y el miedo reina en las calles. ¿Cuánto tiempo más tendrán que vivir con este nivel de impunidad? Cada ataque es un recordatorio de que la violencia en Sinaloa está fuera de control, y los esfuerzos de las autoridades parecen no ser suficientes para devolver la paz a esta tierra asolada por el crimen.
